Caminando por la vieja calle empedrada se cruzaron con una señora que por ahi caminaba. Les ofrecio una rosa de papel argumentando que esta es más dificil de marchitar que cualquier otra real. El escogió de ella su color favorito. La señora agradecio la compra pues necesitaba el dinero para regresar a su país. Desde ese momento, los días pasaron, los meses pasaron, el tiempo en general paso. Ella se fue de viaje a ese país de la artesana de flores de papel y cuando volvio, la flor se habia marchitado pero no por un orden natural. Y lo que algún día fue el tiempo en general quedo en cero como las cuentas regresivas de año nuevo.
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