Tuesday 22 October 2013

Corta historia de la ventana abierta

Siempre dormía con las cortinas bien cerradas solo en caso de que algún rayo de luz fuese a entrar y alterar la cómoda rutina de todos los días. Una mañana el se fue para no volver, y la ventana dejo de estar cerrada. La rutina desapareció así como las ganas de dormir, comer, y amar. Intentar dormir mientras se ve la imagen de la ciudad cuando duerme, ayuda a conciliar el sueño y por las mañanas te recuerda que el sol entra mas fácil en una ventana de cortinas abiertas.